Un arriero que se encuentra detenido, acusado de ser un asesino por encargo, manejaba una agenda sobre sus próximas víctimas y entre ellas se encontraban el jefe y el subjefe de la Comisaría de Capitán Bado, según relató el comisario general Rubén Paredes.

A decir del uniformado, el sicario en cuestión cuenta con un frondoso antecedente y pertenece además a una parentela que, en la región norte del país, es considerada como afín a las actividades criminales.

“El sicario detenido pertenece a una familia de delincuentes. Otros de sus parientes están en prisión, o prófugos, condenados o procesados por asesinatos y asaltos”, remarcó el comisario Paredes a la emisora 1330 AM.

Añadió que en la lista del delincuente, figuran como potenciales víctimas policías que ejercen trabajo en la zona norte del país.

Paredes significó que este hombre es un marginal que realiza sus golpes por encargo y que hay evidencias claras de su proceder.

“Uno de los casos es por el asesinato del agente de Identificaciones y tiene como mínimo otros cinco homicidios”, le bajó.