Un humilde pescador paraguayo cayó en manos de uniformados de la Prefectura Naval Argentina hasta si se quiere de rebote, pero así y todo le sacaron hasta el último dorado que tenía en su poder.

El diario Época del vecino país informa que el hombre, de unos 38 años, fue divisado por los uniformados que, en realidad, no estaban pescando por pescadores sino por los que suelen usar las aguas del Paraná para meter drogas en territorio argentino.

Al ver que nuestro compatriota estaba tratando de volverse a territorio nacional, en seco lo altearon y procedieron a detenerlo frente a la localidad correntina de Itatí.

En la canoa llevaba siete ejemplares de boga y 14 de dorados que los uniformados ni cortos ni perezosos decomisaron junto a personal de Recursos Naturales. Sí, a más de uno le huele a un “pira je’u” de la gran siete.

El pescador, quien vestía una camiseta de la Selección de Fútbol Argentina, fue puesto a disposición del Juzgado Federal Número 1. Por meterse “sin permiso” lo expulsaron del país y le prohibieron que vuelva por al menos 5 años.