Después de 4 años, científicos yanquis están analizando el que, aseguran, es el rayo más potente que se haya tenido en la historia de la humanidad. O al menos del que ellos tengan conocimiento. Pero lo más insólito, a más de su enorme poder, es que salió por el otro lado.
La tormenta en cuestión se dio en el 2018 en Oklahoma.
Según detalla la Asociación Universitaria de Investigación Espacial, el “chorro gigante” avistado transportó más de 100 veces la carga eléctrica promedio contenida en un rayo típico durante una tormenta. Es por eso que lo bautizaron como el más potente que se haya analizado hasta la fecha.
Se estima que el rayo salió disparado desde esta tormenta que se gestó a una altitud de unos 8 kilómetros y que tenía cerca de 300 culombios de carga eléctrica hacia la ionósfera. En comparación, un rayo promedio transporta una carga menos de cinco culombios.
Además, alcanzó una temperatura impresionante: superó los 4.700 grados Celsius en los canales de aire ionizado dejados por la descarga, llamados líderes, mientras que los pequeños chorros de plasma alcanzaron los 200° C.
Hasta el momento no existe una respuesta clara; sin embargo, los científicos sospechan que el fenómeno se puede originar cuando por alguna razón se bloquea el flujo de energía hacia abajo u hacia otras nubes.
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