Los que quieren tener dinero fácil, sin siquiera salir a las calles a rebuscarse por algún trabajo digno, son cada vez más. Un par de ellos estuvieron dando vueltas por Cambyreta, donde dejaron en claro porqué se les llama “perjuicio”.

En esa ciudad, la mala yunta entró a una casa con fines de robo. Empezaron a mironear lo que se podían llevar y encontraron un televisor y algunas cositas de valor. Ni no dudaron en hacerse con eso y pegarse el raje, intentando atravesar una zona boscosa.

Pero, para cuando eso, los vecinos pillaron y comenzaron a cercar el lugar. Además, ya habían alertado a los uniformados, quienes llegaron y los encararon. A uno de los vagos se le ocurrió que un cuchillo era más peligroso que el arma con la que le estaba apuntando el volai, así que cuando intentó clavar al uniformado recibió un plomazo caliente en el pie derecho.

Finalmente, el herido y el socio de este terminaron yendo al hospital y al calabozo.