“No darás el sí”. La frase escrita en un papel y adornada con dos gallinas muertas, frutas y velas, hacía de “guardia” en el portón de la casa de Elizabeth, ubicada en la zona Sur de Fernando de la Mora.
Ella, primeramente, no hizo caso. Pero la escena se repitió en dos ocasiones más y allí ya se asustó grande y relacionó la frase escrita con el paso que estaba pensando dar: unirse en matrimonio con su pareja, Juan.
“Me dijeron que era payé y que lo hacían para que yo no llegue al altar”, dijo a Crónica. “Con mi pareja nos preguntamos quién podría estar detrás de esto o si podría ser alguna broma de mal gusto, pero, si se trataba de eso, a lo mejor lo hacían una sola vez, pero el ritual lo dejaron tres veces frente a mi casa”, añadió.
“Con mi novio decidimos no hacer caso y los tres paye los tiramos con ayuda de otras personas. Pero cómo que eso te quiere afectar por más que no creas. Es así que decidimos orar mucho a Dios y todo fue bien”, expresó.
A la consulta si terminó casándose con Juan, Elizabeth dijo que “sí, hace un mes que nos casamos y todo fue perfecto. Es por eso que me animo a contar mi historia, para decirle a las personas que no se dejen afectar por estas cosas raras, que se refugien en Dios. Me hicieron tres payés para que mi boda no se dé, pero no afectó en nada, me casé felizmente y todo salió de maravilla”.
Elizabeth y Juan no saben quién o quienes pudieron estar detrás de los “trabajitos rarófilos”. “Hasta hicimos una lista de los posibles responsables, pero no queremos creer que puedan llegar a eso”, sostuvo.
“Lo único que quiero dejar en claro es que, si Dios está con uno, nada puede lastimarte. Y a las personas que pagan para hacer esas cosas, les digo que por favor dejen esas estupideces. Me quedé con los papeles y el escrito, como recuerdo de lo que me quisieron hacer”, finalizó.
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