Llamó por demás la atención una publicación con tinte “amarillento”. Y ojo, no tiene nada que ver con esa prensa que hace persecuciones y escándalos direccionados, nada que ver. Se trata más bien de una persona que resultó ser un agente de tránsito de Asunción quien vende cepos amarillos en redes sociales. ¿Se puede o no se puede?
Ni bien llegó la noticia a uno de los capos de los “zorros” en la muni capitalina, empezaron las averiguaciones. Rápidamente pillaron que quien estaba ofertando estos productos era uno “de los suyos”, pero que estaba trabajando en el sector administrativo. Es decir, un “zorro administrativo”, para “ajustarlo” a la jerga de la gente.
Ahí las sospechas se duplicaron y el tufo a que algo no estaba bien se multiplicaron. Son embargo, se dieron cuenta que era “tudu legal”. ¿Cómo es eso? Pasa que esta persona, a más de estar en la función pública, es un capo en el rubro de la herrería. Como cada tanto se presentan licitaciones para hacerse con estos inmovilizadores, armó una partida, aprovechando el conocimiento que tenía en ambos rubros, y los puso a la venta.
Ahora solo se espera cumplir con un papeleo para que el emprendedor pueda seguir tranqui en el rubro con todas las de la ley.
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