La mañana soleada del 1 de agosto de 2004 se presentaba calma. Un domingo tranquilo en el que miles de personas aprovechaban para compartir un almuerzo en familia. Poco después de las 11:00 de la mañana, mientras varios recién se despertaban, algunos volvían de misa y otros se preparaban para los quehaceres, comenzaron a sonar voces de alerta por todas partes. Entender qué pasaba, dimensionar lo que sucedía, comprender lo que se vivía era algo imposible. Incluso hoy, a 20 años, la memoria se mantiene confundida.

En medio de este marco de un dolor que no cicatriza, de una herida que no se cierra, de un presente que no conoce de pasado, se realizó un emotivo recordatorio en memoria de las víctimas que apagaron sus vidas en el terrorífico incendio del supermercado Ycuá Bolaños en Asunción.

Sobrevivientes, familiares y amigos de las casi 400 víctimas realizaron un acto de conmemoración en el memorial. Un acto simbólico con la presencia de bomberos y de integrantes de la familia católica estuvieron presentes para rendir homenaje.