El tipo quería hacer un “trabajo pulcro”. Por eso se tomó el tiempo para estudiar la zona en la cual pretendía dar el golpe. Cuando individualizó la casa que quería “visitar”, dejó una marca en la misma como para reconocerla. Solo que cuando volvió, por estar medio “volado” y, aparentemente, se medio “bolú”, en lugar de ingresar a la vivienda, ¡lo hizo a una dependencia policial!
Aparentemente no entendía qué fue lo que marcó. Entonces, como para que no le reste tiempo, decidió que era ahí y entró de una. Pero lejos de encontrarse a mamá, papá y los hijos se topetó con un montón de uniformados. Había sido se metió a las oficinas de Interpol Paraguay que hay en Asunción, en donde un agente que lo interceptó y no tuvo otra que aplicarle un balazo cuando el bodoque quiso resistirse.
El oficial lo alteó y el prójimo reaccionó de la peor manera: lo atacó con un cuchillo en mano. Ante el peligroso embate, el policía tomó su arma de fuego y le disparó en la pierna. En ese momento otros policías que oyeron el disparo se acercaron al sitio y ayudaron a detener al hombre, que no obstante estar herido, presentó dura pelea en su afán de evitar quedar preso.
“Al parecer el sujeto estaba bajo el influjo de alguna sustancia, presumiblemente estupefaciente, ya que no podía coordinar bien las palabras”, dijo el jefe de Interpol, Comisario Julio Maldonado, en comunicación con la 1020 AM, agregando que el detenido cuenta con una larga lista de antecedentes.
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