Si hay dos cosas que son bien sabidas es que nadie está en un hospital “por placer” y que con la salud mental no se juega. Ambas cosas podrían ser la base sobre la que se construye el malestar profundo que están sintiendo unas licenciadas en enfermería que aseguran ser víctimas de una situación que tiene por un lado la maldad de algunas personas y por el otro una encuesta que consideran inapropiada por la manera en la que está elaborada y a la que cualquier persona puede acceder simplemente escaneando un código QR impreso en papeles pegados por varias partes del centro de salud.

Una de las afectadas, en charla con Crónica, manifestó que entre las preguntas que se realizan en ese cuestionario existen situaciones que están ajenas a sus funciones, pero que las personas que las contestan, en algunos casos, rematan por ellas situaciones que no son de su responsabilidad.

“Es un hospital público y hay muchas necesidades. Eso es sabido. No pasa solo acá en el hospital de Ñemby. Sabemos que hay sillas que están rotas, camas que por los años de uso ya no son cómodas para los pacientes, ventiladores de techo que no andan o andan mal. Y mucha gente critica a las licenciadas por estos hechos escribiendo que por ejemplo no se les trata bien porque no se les da comodidad cuando que eso es algo que escapa de nuestras manos”, aseguró la fuente que pidió el anonimato.

“Nosotras ponemos todo de nuestra parte y muchas veces cubrimos necesidades haciendo ‘vaquitas’ para comprar lavandina y limpiar un poco o ayudar a personas que son demasiado humilde y ya no tienen ni para el agua, porque acá viene gente de muy escasos recursos. Y a pesar de todo, recibimos críticas que no son justas. Aceptamos cuando tienen razón porque todos podemos equivocarnos, pero no cuando se trata de mala intención o cosas que no son de nuestra competencia”, aseguró.

Dijo que otros casos que se dan tienen que ver con el requerimiento de parientes para ser informados de la condición médica de sus pacientes algo que ellos, como licenciados, no están autorizados a dar, por ser esa una responsabilidad del personal médico que es el único capacitado y autorizado para elevar dichos informes.

Finalmente, comentó que detectaron que algunas de las personas que escribieron ni siquiera tuvieron a parientes internados y que lo hacen por maldad, buscando perjudicar a cualquiera por cuestiones que van más allá de lo laboral.

En este sentido, dijo que esperan poder expresar este malestar tanto a la jefatura de enfermería como la propio director del nosocomio, de manera tal a que se entienda el desgaste mental que representa ser blanco de críticas que, en muchos casos, no tienen respaldo, que no son bien dirigidas o que, directamente, se hacen por maldad.