Desde hace un tiempo que investigadores estaban detrás de la pista de unos bolivianos que producían cocaína de primera clase en nuestro país. Además, en el grupo, se informó que también se encontraban dos argentinos. Cuando por fin pudieron localizarlos, fueron en su búsqueda. Pero, al parecer, de nuevo un “soplón” alertó del procedimiento policial y los fulanos tuvieron tiempo de escaparse.
Los trabajos se enfocaron en dos casaquintas. En las mismas se presume que se montaban laboratorios que se dedicaban a la producción de cocaína de alta pureza. En los lugares se hallaron una serie de pruebas pero ninguna persona.
“Para la investigación no se puede descartar la posibilidad de una filtración ni de ninguna otra hipótesis”, dijo el comisario César Diarte sobre el porqué podría haberse dado este “escape”. Dijo que, incluso, en uno de los domicilios allanados “quedó el olor a desodorante que usaron poco antes, tras asearse y salir del lugar. El laboratorio estaba perfectamente ordenado, y se nota que son personas que tienen mucho conocimiento para la elaboración de los estupefacientes”.
Según las investigaciones, uno de los bolivianos sería profesional químico y lo tienen apuntado como uno de los grandes responsables de la producción en gran cantidad de crack, la droga de mayor consumo por parte de los “chespis”.
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