El hombre llegó solito al motel. Vaya uno a saber con qué intención. Pero, más allá de lo que tenía en mente, le pasó algo a lo que nadie está acostumbrado: en esa cálida habitación donde la intimidad es la reina de la noche, ¡lo estaba esperando el Pombéro!
El prójimo he’i que fue víctima del “Señor de la noche”, quien después de tomar todo lo que había en el frigobar y de comer todo lo que había a su alcance, ¡abusó de él! Encima, el muy desconsiderado se fumó todo lo que había antes de seguir torturando a su víctima.
Los encargados del establecimiento no es que le creyeron mucho el relato por lo que decidieron llamar a la Policía, atendiendo a que el tipo ya tenía 30 horas adentro. Además, causó algunos daños al portón de acceso a la habitación, supuestamente, mientras trataba de escapar del “Karai pyhare”.
La cuenta, entre la estadía, la comida y la bebida, rondó los 3 millones de guaracas, por lo que ahora alguien se tendrá que hacer cargo. Incluso, el Pombéro.
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