De que fueron solo para matarlo, fueron solo para matarlo. Es que en la escena del crimen se encontraron una serie de bienes de valor, por lo que está claro que no se trató de un robo sino que, directamente, el objetivo era asesinarlo. Es decir, un caso de sicariato. Sin embargo, hay una serie de situaciones que le dan un manto de misterio a este hecho.
Una de las cosas que llamó poderosamente la atención de los uniformados es que en el lugar no se encontraron vainillas servidas, es decir, no hay rastros de que se haya disparado. Todos los balazos fueron a la víctima, la mayoría en la cara (al menos cinco) y otros en el cuerpo. En una primera revisión, no se encontraron que otros objetos hayan sido dañados por el plomo.
Los vecinos que viven a los costados y enfrente aseguran que no se escuchó absolutamente nada, por lo que no llamaron a la Policía y solo se supo del crimen una vez que el hijo de la víctima llegó a la casa en busca de su padre.
¿Usaron armas con silenciadores y se encargaron de “limpiar” la escena o lo mataron en otro lado y luego llevaron el cuerpo a la casa para dejarlo sentado en una silla? Muchas son las preguntas que se tejen en torno a este caso. El forense dijo que la muerte se tuvo que producir aproximadamente a las 14:00 de ayer, pero el finado fue encontrado casi 4 horas después.
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