Ya pasaron cinco años de aquellas dramáticas escenas en las cuales se veía cómo la catedral de Notre Dame, ubicada en París, Francia, ardía en medio de un fuego infernal que parecía no iba a dejar nada a su paso. Sin embargo, en la fecha reabrió sus puertas ante miles de invitados especiales que contemplaron los trabajos de restauración realizados que la dejaron lucir como si nada hubiese pasado.

Este verdadero templo a la fe católica, de más de 850 años de antigüedad, unió a una serie de celebridades mundiales con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, como el anfitrión. Entre otros, se destacaron el futuro presidente de Estados Unidos, Donald Trump, así como Elon Musk, el multimillonario empresario considerado como el hombre más rico del mundo.

En cifras, se mencionó que se gastaron cerca de 770 millones de dólares para la restauración total de la edificación, dinero que se juntó mayormente de donaciones hechas desde diversos sectores del mundo.

El gran ausente fue el papa Francisco que, hasta donde se supo, sufrió una caída que lo dejó con secuelas en la cara, por lo que se encontraba de reposo.