Llegaron en tres vehículos. En total, eran como siete ñatos. Se metieron a una casa ajena y en seco secuestraron a una pareja tras someter a punta de pistola a toda la familia. Él ocupa un alto cargo en una empresa que maneja mucho dinero. A ella se la llevaron para presionar. Al hijo lo dejaron pero le quitaron el celular. Sin embargo, en medio del “plan perfecto”, los tilingos se dieron cuenta que erraron y no les quedó de otra que liberar a todo el mundo y comer hule.

Todo empezó a eso de las 2 de la madrugada. A esa hora invadieron una casa en San Lorenzo. Se llevaron a la fuerza a los dueños, quienes fueron despertados a los gritos. De ahí se fueron a la ofi del señor. A la esposa la tenían en otro rodado. Pidieron el código de acceso a una bóveda que era el objetivo, donde calcularon había millones depositados. Pero la persona que raptaron no tenía acceso a los códigos.

“Entendemos que la finalidad era el dinero. Ellos estaban convencidos de que el señor tenía acceso al depósito. Finalmente no era él que tenía ese acceso según informe de la Policía. Gracias a Dios estamos con las tres personas ya liberadas”, relató la fiscal Mirta Rivas a la 1080 AM.

“Creían que él tenía acceso a los depósitos donde está el dinero de la empresa y lo llevaron hasta ahí. Ellos querían en todo momento la plata. El secuestro fue para presionarlo, justamente al tener a la esposa en otro vehículo obviamente era para presionarlo”, finalizó.