Como pasa tantas veces, las llamadas de estafadores están a la orden del día y, por lo general, apuntan a personas mayores de buen corazón. Lo que le pasó a una mujer no fue la excepción de esta “regla”, pero las cosas no terminaron como pasa casi siempre sino que la sinceridad de la víctima hizo que todo termine de manera insólita.
Al igual que muchas de las tantas estrategias, todo comenzó de manera amable. “Hola, ¿como estás?”, arrancó el chat a lo que la mujer respondió con un “hola”, a secas. Siguió la buena onda del otro lado con un “buenas noches, bendiciones”. Después de “endulzar” la conversación, fue directo al grano.
Sin embargo, ante el pedido de dinero, la mujer le tiró una foto de cómo estaba su cuenta, donde constaba que estaba más seca que lengua de loro. “Justo a la más muerta de hambre querés estafar”, le puso ella a lo que le responde “Jaja, perdón”. Con picardía, quien iba a ser víctima, le puso “no, tranqui. Éxitos”. Y ella remató “Gracias hermosa”. ¡Insólito!
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