La escoba no solo sirve para barrer. Y más allá de los chistes que se hacen de suegras o a las “brujas”, una empleada demostró que también puede usarse para ahuyentar a los malevos, así como se hace correr a las ratas que se meten mbaretepe a la cocina.

El singular incidente ocurrió en Encarnación donde un fulano se metió a un establecimiento en pleno horario diurno, aprovechando la ausencia de clientes en el sitio. La empleada, que se encontraba realizando labores de limpieza cuando se percató que el intruso había ingresado al predio.

Tras escuchar algunos ruidos, fue a revisar qué sucedía y sorprendió in fraganti a este desconocido, quien había trepado la muralla para acceder al patio. Ahí sacó lo corajuda y se fue a encararle al tipo con la escoba que estaba usando. El “invasor” se vio sorprendido por lo que decidió salir corriendo.