La gente se encuentra aún conmocionada por lo que fue la partida del papa Francisco. Y, en medio, del dolor y la incertidumbre, se dio un caso realmente terrible. Un sacerdote fue arrestado en Gijón tras una denuncia de un menor de edad.
Según la denuncia, el religioso intentó besar a un peque. Pero la cosa no termina ahí porque ya había sido denunciado previamente, y sentenciado, en julio de 2024 por facilitar droga y dinero a menores de edad a cambio de mantener relaciones sexuales.
Según indica El Comercio de Gijón, la condena por ese caso es de diez años de prisión algo que fue apelado por su representante legal. Aquel fallo consideró que el testimonio del cura no se ajustaba a la verdad y que, tal y como mantenía la fiscalía, invitaba a menores a “subir a su domicilio” y, una vez que lo lograba, les ofrecía “pequeñas cantidades de hachís y también dinero”, según la denuncia. Supuestamente, pretendía ganarse la confianza del mayor número de chicos posible “con la finalidad de mantener relaciones sexuales”.
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