Marilina está aprendiendo hína a apretar los pedales y girar el volante. Las lecciones van y vienen. Pero, más allá de eso, hay algo que la cumbiera tiene entre ceja y ceja. El día que esté segura al mando de un vehículo, ya tiene planeada su “venganza”.
Por ahora, suele practicar en las calles donde los bocinazos están a la orden del día. Sin embargo, lo que realmente le molestó a la artista es algo que se repitió seguidito en esas noches que le tocó andar de acá para allá atrás de sus presentaciones: los que andan por las rutas con las luces a lo máximo.
“Yo mi sueño sabés qué es… Siempre nos pasa mucho cuando nos vamos de gira que nos matan con la luz alta. Entonces siempre dije y voy a hacer algún día… ajokata hese luz alta umía”, confesó Marilina entre risas en un simpático video.
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