El tipo, está claro, no era ningún nene de pecho. Sobre su lomo, según contó la Policía, tenía un rosario de antecedentes. Por eso, ni bien vio a la Policía, comenzó a disparar. Los uniformados devolvieron de la misma forma y terminó abatido.
Todo sucedió en la compañía Taruma’i en el distrito de Alto Vera, departamento de Itapúa, donde la víctima, de 30 años, contaba con 10 órdenes de captura por hechos que iban desde homicidio doloso en el 2014, robo agravado en el 2015, dos cargos de abigeato del 2020. Su prontuario incluye también homicidio doloso en el 2020, homicidio doloso en grado de tentativa en el año 2023, tres cargos de homicidio doloso también del mismo año hasta un cargo de robo agravado en el año 2024.
“El hombre viviría en inmediaciones del lugar donde fue confrontado por los efectivos policiales; en el momento de verse descubierto, intentó huir y disparó contra los policías, quienes respondieron el fuego. Este hombre era buscado por varias causas y estábamos realizando una tarea conjunta con varios fiscales para dar con él; se obtuvo la información por fuentes humanas de la ubicación del mismo y se ejecutó el operativo”, comentó el fiscal Reinaldo Castillo en conversación con la corresponsal de Nación Media, Rocío Gómez.
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