Un lindo varoncito, «muy apurado» por llegar a este mundo, no dio tiempo para nada a su mamá, ya que camino al hospital obligó a todos a improvisar una sala de partos en plena carrocería de una patrullera, la cual -dicho sea de paso- hacía de ambulancia. Todo esto fue en la ciudad de Tacuatí, departamento de San Pedro.
La mujer era trasladada hasta el Hospital Regional de Santa Rosa del Aguaray en una patrullera de la Comisaría 10.ª para el parto, a pedido del papá, don Rolando Martínez.
Los agentes Wilfrido Núñez y Bernardo Cardozo iban tranquilos cuando de golpe oyeron una voz femenina que decía “¡chemembytama!” (ya voy a tener al bebé), por lo que en seco clavaron freno y por unos minutos dejaron de ser policías para convertirse en improvisados enfermeros, ayudando a una partera.
El pequeño varoncito ya nacido fue trasladado finalmente con su mamá hasta el hospital donde fueron atendidos.
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