• En medio de la conmoción, la mujer ya fue enviada a la cárcel del Buen Pastor

En el barrio Cerro Corá, de Curuguaty, no se habla de otra cosa que no sea del caso de la niña Ruth Noema Acosta Dávalos de tan solo 7 añitos siendo su propia madre, Sabina Dávalos, la acusada del horrendo crimen porque la pequeña le recordaba a su expareja y padre de la menor.

Ayer, horas después que la hija fue colgada con un cable por un techo, a la mujer como que le entró el “aichincháranga” y quiso dar el último adiós a su pequeña hija durante el entierro. Pero el juez le dijo no y la mandó directo a la cárcel del Buen Pastor.

“Tanto ella como su defensa pidieron que la misma participe del entierro de su hija fallecida. Denegamos ese pedido. La misma ya fue remitida a la cárcel de mujeres del Buen Pastor” he’i el juez Carlos Martínez.

Sabina Dávalos no solo fotografió a su hija muerta y envió las imágenes a su exsuegra y al padre de la criatura, sino que además filmó el momento en que era ahorcada. El fiscal del caso, Christian Royg, contó que la criatura sufrió mucho antes de morir.

“Era la única hija de la pareja, en el celular de la madre encontramos varias fotos, incluso tenía como protector de pantalla una foto con su hija. Nos sorprende a todos la actitud de la misma, que llegó a cometer este crimen” he’i Royg.

Trasladada

Dávalos habría confesado ser la responsable del hecho y fue imputada por homicidio doloso, según datos brindados por la Fiscalía. Ayer, en horas de la siesta, ya fue trasladada a la cárcel de yiyis del Buen Pastor, en la capital del país. La mujer, días antes de cometer el asesinato, ya habría amenazado a su expareja que iba a matar a su hija de 7 años; “vas a llorar lágrimas de sangre” habría sido la advertencia.

Foto 1 Momento en que Sabina Dávalos es trasladada al Buen Pastor. (Crédito: Portal de Curuguaty)