En ciertas ocasiones las personas se ponen trabas y dejan pasar sus sueños sin siquiera haber luchado por alcanzarlos, pero Adriana Gómez (25) demuestra que todo lo que se quiere se puede.

Con la venta de remedios yuyos puede pagarse sus estudios de Ingeniería Comercial en una universidad privada en el Este del país.

La joven yuyera empezó a trabajar cuando apenas tenía 13 años en un puestito ubicado sobre la avenida 25 de Diciembre del barrio Ciudad Nueva, en compañía de su madre –a quien dice admira– ya que incansablemente luchó día a día para que no le faltara nada.

Adriana aseguró que tuvo que ir a una universidad privada porque el costo del cursillo en la Nacional era muy cara y por más que buscó obtener alguna beca no consiguió, pero aún así ella siguió su lucha y hoy día se encuentra ya en las últimas instancias para ser toda una ingeniera.

Lo último que siente es vergüenza de su humilde trabajo, ya que es una labor muy honesta y digna para que una persona se gane el pan de cada día.

Si bien la yuyera se roba suspiros y es piropeada a full contó que está soltera, y que por ahora está mejor así, ya que su única meta ahora es culminar sus estudios para poder darle una vida más tranquila a su familia.

PIROPOS TODOS LOS DÍAS

Adriana es una joven muy atractiva y eso hace que diariamente consiga más clientes, pero a pesar de recibir muchos piropos todos los días, ella sabe sobrellevar y no deja que nadie se propase. Su gran meta ahora es terminar la Facu.