Un emotivo encuentro religioso tuvo lugar ayer en la playa de Areguá, cuando la Virgen de la Asunción, santa patrona de San Bernardino, llegaba en balsa junto a la Virgen de La Candelaria, que es la mamá guasu de Areguá, y cuya celebración se dio ayer.

Un grupo de 60 personas junto a monseñor Tomás Mendieta de la parroquia de la Ciudad Veraniega formaron parte del trayecto de 7 kilómetros, llegando la procesión a las 07:30.

La visita de la Virgen de la Asunción se concretó por tercer año consecutivo y es un llamado a la ciudadanía tanto aregüeña, de Sanber como ypacaraiense, para trabajar por el lago Ypacaraí y en vez de contaminarlo se tomen acciones para que su situación mejore. De yapa, les dieron un “tirón” de oreja a las autoridades, quienes deben poner de su parte para hacer esto posible.

Se trata de un encuentro de vírgenes que se supone una le lleva apoyo a la otra y esperan elevar la fe de los feligreses, llegarles a través de ese instrumento.

Misa

Luego del encuentro de las vírgenes, fueron hasta la iglesia que está en el centro de Areguá y se dio lugar a la misa. La Virgen de la Candelaria va a visitar también a la Virgen de la Asunción, el 15 de agosto.

Jóvenes

“Durante todo el novenario se rezó aquí en el templo y en las 31 capillas de la ciudad. Cada día del novenario un grupo de capillas venía a animar acá. Culminamos con una jornada vocacional el domingo pasado, estuvieron más de 120 jóvenes que se consideran llamados a ser líderes, animadores para toda la juventud de Areguá. Eso es algo para destacar”, dijo monseñor Dionisio Echagüe.

Despertar

Monseñor Tomás Mendieta fue el que presidió la misa en la iglesia de Areguá y dijo que “el objetivo es que estas comunidades aporten oración y despertar el deseo de la conciencia para que todos y cada uno cumpla con su labor, su misión de cuidar el medio ambiente, porque este es un tesoro, un tesoro del país nomás luego. Queremos un despertar de las autoridades”.