En la noche del sábado se armó un bolonqui de aquellos en la disco “Hollywood” de Asunción. Una modelo paraguaya de nombre Meliza Ferrer tuvo un altercado con un hombre que, según cuenta la misma, empezó a acosarla diciéndole piropos inapropiados. La situación fue subiendo de nivel, hasta que la mujer terminó golpeando al tipo en la cabeza con una botella. Lo que debió ser una noche tranquila finalmente fue un infierno con varias horas en la comisaría.

Crónica contactó con Meliza Ferrer, quien explicó lo acontecido.

– ¿Qué pasó en la discoteca?

– Fui a la discoteca “Hollywood” con la intención de divertirme sin tipos que me estén encima pesadeando. Pero pasó que llegó un tipo y se acercó a mi mesa. Me dí cuenta que me miraba mucho y cuando me iba al baño me tiraba piropos pesados, besos. Hasta allí todavía se aguantaba…

– ¿Qué pasó después?

– Cuando se acercó a mí, me pidió bailar y le dije que no. Me contestó diciendo que era el sobrino del dueño de la discoteca y que podía hacer lo que quería. Entonces, me acerqué a la barra y le dije al señor que estaba siendo molestada por alguien, si podían retirarlo de mi mesa. Este señor me acompañó a mi mesa y le pasó la mano al tipo y ahí supe que definitivamente se trataba de Paolo Rossi, el sobrino del dueño, o sea no se hizo nada.

– ¿Qué hiciste?

– Yo me asusté porque el tipo era cada vez más pesado y justo Rubén Paris (su jefe de agencia) fue a otro sector y yo quedé con una amiga. Le dije al pendejo que se alejara y cuando intentó tocarme le golpeé con lo primero que encontré, que fue una botella de champán.

– ¿Qué pasó después?

– Hice la denuncia en la Comisaría 3.ª porque él me mandó echar del lugar. Los guardias me sacaron agarrada del cuello y arrastrada.

– ¿Dónde vivís?

– Yo vivo en Yacuiba, frontera de Brasil con Bolivia. Vine solo por una semana a Asunción para una producción de fotos invitada por una revista. Pasé por lo peor en el lugar y todo por no aceptar bailar con un calentón. Fui a conocer una disco de la que me hablaron muy bien, pero terminé en la comisaría. ¡Qué horror!

– ¿Y qué va a pasar ahora?

– Mañana (por hoy) a primera hora me reuniré con los abogados de mi representante y veremos qué sigue. La demanda contra el tipo es algo seguro, quiso propasarse conmigo, veremos también si accionamos contra el boliche por el maltrato de sus guardias. Basta del abuso de poder, por poco me violan y nadie hizo nada porque el tipo era sobrino del dueño.