San José de los Arroyos. Agencia Regional.

Un hombre que se hacía del galán y quería “probar” un kokue ajeno ingresó de “yacaré” a la casa de la mujer casada y quiso hacer “eso” a la fuerza con ella. Pero entre forcejeo y otras cosas, al tipo no le quedó de otra que rajar, pero en su huida dejó una de sus botas.

¿Probarán a cada uno si el calzado le va para saber quién es el “ceniciento” en cuestión? No hará falta porque la supuesta víctima denunció al tipo con nombre y todo. Se trataría, según el informe policial, de un sesentón de nombre Manuel Ayala (60). El hecho habría ocurrido en la compañía Arazapé, en San José de los Arroyos, Caaguazú.

A. Ch. (43) contó que “siempre me llamaba y yo le decía que no me llame más porque yo tengo marido, tengo familia, y que no me moleste más. En la madrugada alguien llamó a la puerta y yo me levanté a abrirla, pensando que era mi marido quien trabaja como sereno en una empresa, pero le encontré a este señor quien quiso abusar de mí”, dijo.

A. Ch. dijo también que “me resistí y él me golpeó en varias partes del cuerpo. Fue mi hija quien llegó y me auxilió. Él se retiró amenazándome de muerte si es que le contaba lo sucedido a mi marido” contó.

El perro salvador

La hija de la víctima señaló que ella escuchó los gritos de su madre y se levantó. “Me asusté mucho y lo primero que hice fue soltar al perro bravo al que lo mantenemos atado. Al darse cuenta de eso, el señor corrió y en su huida se olvidó de su bota de lluvia, que nosotros guardamos como evidencia”.

Evidencia

La víctima presentó la bota de lluvia como evidencia del ataque.