Hijo de un cubano santero y madre peruana de Guacabamba (lagunas incas encantadas). Nacido en Santiago, Cuba, pero criado en la cultura Chamana. Cuenta con 30 años de experiencia.

Por Lucía Paniagua

– ¿Cualquiera puede practicar la magia negra?

– Hay muchas personas que se dedican a esto y que creen que por saber leer las cartas se creen mai de santos, pai de santos. El santo para las personas que están en el ilícito es San La Muerte, pero tienen que entregarse de lleno. Hay personas que incluso se cortan y meten adentro para que sea su santo protector. Otros muchas veces usan algún folleto.

– ¿Qué suelen ofrecer?

– Hay personas que suelen hacer hasta pactos de sangre. A Lucifer muchas veces le gusta el oro. Estas personas por ejemplo que quieren protección, mayormente se les hace un ritual y puede ser en un camposanto y un día propicio. Viernes, a las doce de la noche. Se puede sacrificar una gallina negra, un gallo negro o un chivo, un macho cabrío. Se hace pacto de sangre primeramente. De acuerdo a la fecha de nacimiento de esta persona se le prepara un talismán y se le consagra, que obviamente suele ser de San La Muerte. Entonces esa persona empieza a protegerse, de repente en algún enfrentamiento no va a morir fácilmente. Tantos casos que se han visto.

– ¿En el mundo de la delincuencia es muy común que se practique la magia negra?

– Así es. Con decirte que envían muchas veces desde Tacumbú a familiares para buscar protección o que su juicio se acelere, incluso hay personas que desde el mismo penal por ejemplo mandan traer sus embarques y a mí muchas veces me han hecho llamar para allá y hay muchos reclusos, pero mayormente son los que tienen mucho dinero los que piden los trabajos. Pero hay personas que te mandan hacer ciertos trabajos acá con su fotografía, prendas y otros elementos pertenecientes a quien será dirigido el trabajo.

– ¿O sea que no es necesario siempre que estén en cuerpo presente?

– Se le hace un ritual con cualquier pertenencia. Algo se les pide y dejan acá. Hay personas que tienen vergüenza o temor que la gente los vea, entonces se hace de ese modo.

– ¿Y eso se queda todo acá ya?

– Cuando sale el trabajo, cuando ya está se los devuelvo.

– ¿Te asegurás entonces que funcione el trabajo?

– Claro, y también para que me paguen -risa-.

– ¿Y hay otras personas que recurren también por otras cosas?

– Hay personas que de repente piensan que esto solamente es para hacer algo malo. No, también es para limpiar. Hay algunos que hoy en día han estado bien económicamente y de la noche a la mañana comienza a derrumbarse su empresa y todo, y es porque han sido víctimas de algo malo, entonces a esas personas mediante espiritismo se limpia y se les abre el camino.

VINO POR UN TRABAJO

¿Cómo llegaste a Paraguay?

Llegué hace como 15 años únicamente para hacer un trabajo a un político del Tribunal de Justicia Electoral. Conocí a una paraguaya que me robó el corazón, me casó y hoy tenemos tres hermosas doncellas. Me conocen como Maestro porque tengo muchos hijos e hijas en la rama que hoy en día laburan en esto.

¿Y cómo empezaste en esto?

A los 17 años empecé con los trabajos cuando ingresé a APUSINCA. Participé en varios congresos y diserté en otros, y tuve muchos debates.