Guaraní le encontró el punto a los triunfos. En tan solo ocho días sumó nueve puntos voi (ante Nacional 1-0; con Capiatá 2-0 y ayer 3-0 frente a General Díaz). Con esto, el cachique está consiguiendo salir de la mala racha y ahora apunta hacia arriba, aunque queda cierto camino por recorrer aún.

Ayer se mandó una linda goleada ante el equipo de Humberto García, que le hace tomar más confianza para encarar todo lo que se viene.

La producción goleadora de Hernán Rodrigo López de nuevo está en auge, pues ayer se hizo sentir dos veces en el marcador. Ahora, el “Ro-Ro” suma en total 113 goles en el fútbol paraguayo. Sobre el minuto 15 abrió el marcador, con una arremetida de la gran siete, luego de una serie de rebotes dentro del área de Medina.

General tuvo lo suyo y llegó en dos ocasiones hasta el arco de Aguilar, pero sin la fórmula concreta para llegar al gol. Por su parte, el “Indio” maquinó bien con Néstor Camacho y Marcelo Palau y tuvo su premio sobre la hora. Con una determinación polémica del réfere Díaz de Vivar, y muy reclamada por los peloteros luqueños, el dueño de casa aumentó a dos el marcador mediante un penal bien ejecutado por el charrúa Palau.

En el complemento, el equipo de “Chiqui” Arce seguía como dominador de las acciones. El cuadro “milico”, por su parte, buscaba ordenar su juego, pero sin resultado; y lo peor, pasado los 10’ se iba expulsado Óscar Cano.

El aurinegro solo miraba adelante, quería más. Y con una carga profunda de Filippini, se vino el tercero del partido. Otra vez “Ro-Ro” el autor, con un toque mágico como solo los gladiadores saben.

Lo cierto es que cachique comienza a soñar, en tanto que el “General” dejó escapar una magnífica ocasión para ubicarse cerquita de la punta.

EL VALÉCHO

Hernán R. López

El delantero está enchufado. A más de anotar sus dos goles, tuvo a maltraer a sus marcadores. Otros que rindieron alto fueron Marcelo Palau y Néstor Camacho.

EL ÁRBITRO

Mario Díaz de Vivar

No fue su mejor jornada. Estuvo muy exigente con la visita y se mostró nervioso a la hora de ser reclamado. Repartió a diestra y siniestra la tarjeta amarilla.