Cerro Porteño está en octavos de final de la Copa Libertadores de América. Tumbó por 1-0 a Santa Fe de Colombia, pero con un ingrediente hasta, si se quiere, innecesario: el sufrimiento. Así fue, es que tenía todo para golear, pues ocasiones le sobraron, pero a la hora de acertar el arco, como cuestión de brujas, casi ninguno acertó.

El equipo de Gustavo Morínigo se vio aventajado muy temprano en el partido, ya que cuando apenas corrían 18’ la visita quedaba con 10 hombres con la expulsión, por doble amonestación, de Leyvin Balanta.

Ese uno menos del rival no fue bien aprovechado por el Azulgrana; no obstante, el gol se dio sobre la media hora de juego con un zurdazo de Júnior Alonso, tocando previamente en un defensor, que jodió al portero Zapata. Antes del final del primer tiempo, Silva tapó dos chutes peligrosos del contrario.

En el complemento, la suerte siguió al lado del local, ya que una roja directa a Mina daba aun más ventaja al Ciclón; sin embargo, de la tranquilidad se pasó a la incertidumbre, pues prácticamente en los últimos 30 minutos se pasó desperdiciando jugadas de gol. Santana, “Chelo” Estigarribia, Beltrán y Torales tuvieron en sus pies claras oportunidades de gol, sin hacerla efectiva. Lo bueno, pasó de ronda y punto.

EL VALÉCHO, Marcos Riveros

El volante se plantó bien en su sector, cortando ciertas acciones del rival y generando varias jugadas en ofensiva.

EL ÁRBITRO, Kléber Lopes

El pito rapai dirigió bien el partido. Correcto en las expulsiones y muy criterioso a la hora de sancionar las faltas.