En un emotivo homenaje, previo a la sesión ordinaria de ayer, la Cámara de Diputados otorgó la Orden Nacional al Mérito Comuneros a la profesora Alodia Santos de Franco, por su invaluable labor al servicio de la educación nacional, específicamente en los departamentos de Guairá, Ñeembucú y San Pedro.

La “señorita Alodia”, como la recuerdan sus exalumnos, nació en la ciudad de Acahay, departamento de Paraguarí, en setiembre de 1918, pero por cosas de la vida se crió en la ciudad de Villarrica, en donde ejerció su profesión durante 55 años, desempeñándose como docente de Matemática y Psicología, aunque su fuerte siempre fue la Literatura, según cuenta Enrique Franco, uno de sus 6 hijos, que también heredó el amor por la docencia, al igual que 4 de sus hermanos.

Uno de los hechos más anecdóticos que comenta Enrique es que su madre fue la profesora de Educación Superior de Arsenio Franco Preda, cuando este estudió para ser también maestro, tiempo después se convirtió en su compañero de vida y padre de sus seis hijos.

Alodia proviene de una familia numerosa en donde casi todos ejercieron la docencia, son 11 hermanos de los cuales 8 son maestros. La profesora Alodia es un orgullo para todos los docentes del país y en especial para su querida Villa Rica.

ESCRIBÍA CARTAS

La profe Alodia fue madrina de los soldaditos durante la Guerra del Chaco y se dedicaba a escribir cartas a las madres que necesitaban saber de sus hijos uniformados que estaban en el campo de batalla. También los prisioneros bolivianos, que eran miles en Villarrica, le solicitaban que escriba cartas para enviar a sus familiares.