En una zona del barrio curepa denominado Villa Fátima, en la localidad bonaerense de González Catán, operaba supuestamente una banda de narcos liderada por un paraguayo, el temible Reynaldo. Casi nadie les veía ndaje, tenían “campanas” en cada rincón que avisaban si algún poli o alguna cara extraña rondaba por ahí. En la zona todos se conocen y cualquiera que no fuera de ahí quedaría expuesto al toque. Para los uniformados entrar a ese barrio de tape po’i y viviendas humildes sin llamar la atención era más difícil que abrir una puerta estando ka’ure.

Es por eso que los policías “cranearon” un plan para tratar de atrapar a Reyanaldo y su pandilla. Utilizaron un dron para “espiarlos” durante varios días. Y cuando llegó el momento oportuno para dar el golpe camuflaron a agentes en un camión volcador e ingresaron kañyhápe al barrio. Pasaron inadvertidos por los “campana” y tuvieron éxito con el operativo que realizaron en varios allanamientos. Lograron apresar a “Reinaldo, el paraguayo” y a cuatro de sus hombres. Los mismos son acusados de vender droga en esa parte del país argentino.

Con las grabaciones a través del dron se pudo determinar que además de los “dealers” -los tipos que venden el purete por la zona- Reynaldo tenía un grupo de “satélites” que se trepaba a los árboles cercanos a sus búnkers para alertar a sus cómplices en caso de que llegaran policías.

Lo incautado

En los procedimientos se incautaron de 800 bolsitas con marihuana, la principal droga que vendía la banda, como así también algunas dosis de paco y cocaína. Según se pudo averiguar, Reynaldo también amenazaba con armas a los vecinos de esa localidad que lo querían delatar.