• El Ciclón comenzó con dudas, pero luego destrabó el resultado con autoridad. Primer triunfo casero en la era Gustavo Morínigo

“No hay mal que dure cien años”. Un pensamiento similar estará rondando por estas horas en la cabeza de Gustavo Morínigo, quien consiguió su primer éxito casero en el torneo local. Sí, Cerro le ganó a Capiatá 3-2 y dejó de lado, por un instante, su penoso torneo en este primer semestre. Si bien el resultado desde lo deportivo es intrascendente, le sirve al DT para sacarse la mufa y sumar honores para salvar el primer “examen” que le puso la misma Directiva azulgrana.

El Ciclón comenzó bien y Leal, el único refuerzo que realmente justificó la apuesta de los 15 que llegaron para esta temporada, fue el encargado de abrir la lata, tras un gran pase de Meza Colli. El delantero cuerpeó a su marcador y definió potente, cruzado, para el 1-0.

Sin embargo, las dudas volvieron a invadir al equipo de Morínigo, que cedió el empate. Gran tiro libre de Ángel Martínez, que colgó la pelota sobre la barrera.

Cerro entró bien en el complemento y se vio favorecido por un penal (bien cobrado) de Federico Acuña. Cecilio Domínguez no perdonó desde los doce pasos.

Desde ese momento, el dominio cerrista fue constante, con ocasiones de gol increíblemente desperdiciadas. Una de ellas de Beltrán, bajo el rótulo de auténtico “blooper”. Aun así, en un contragolpe Cecilio volvió a demostrar su clase para poner el tercero. El tanto de descuento de Acuña, ya en tiempo de adición, fue simplemente para maquillar el resultado.

EL VALÉCHO, Cecilio Domínguez

De los pocos que se justificaron en el Ciclón. Su clase es indudable y lo demostró en la definición del tercer gol, tras pase de Luis Leal, otro de los destacados de anoche.

EL ÁRBITRO, Mario Díaz de Vivar

Buen arbitraje. Con buen criterio a la hora de amonestar y sin complicarse tampoco en la tarea de coordinación con sus asistentes. El penal a favor de Cerro, bien cobrado.