Según informaron varias agencias y medios, entre ellos el spanish.latinospost.com, todo comenzó cuando la señora Carol Howarth (65), visitó una reserva natural – en Haverfordwest, West Wales (Gran Bretaña) – a bordo de su Mitsubishi Outlander y al retirarse no se dio cuenta de que una abeja reina había entrado a su vehículo.

Cuando la doña paró para hacer algunas compras en un almacén, al toque, una gran enjambre de abejas bajó e invadió la parte trasera del vehículo de la mujer que sorprendida no sabía qué era lo que estaba sucediendo.

Providencialmente, uno de los guardaparques del Pembrokeshire Coast National Park pasaba por ahí y vio lo que las abejas estaban haciendo y decidió intervenir llamando a la Asociación de Apicultores de Pembrokeshire, para evitar que las abejas fueran atacadas por actos de desesperación de las personas alrededor.

Los especialistas en abejas arribaron y colocaron a los insectos en una caja, librando al vehículo de ellos. Sin embargo, la sorpresa para todos fue que a la mañana siguiente cuando Howarth vio que las abejas habían regresado a su auto.

A pesar de que el auto fue nuevamente liberado por los apicultores, la abeja reina no fue jamás encontrada.