• Es el jugador del momento. Fue goleador del torneo Apertura. Tres clubes se pelean por él. Solo tiene 22 años, con muchas historias ya vividas, y todo un mundo por recorrer. Brian Montenegro nos cuenta cómo vive este momento y nos habla de su vida fuera de la cancha.

Más puntual imposible. Llega 10 minutos antes de la hora pautada para la entrevista. Mantiene esa misma humildad y calidez que cuando daba sus primeros pasos en el fútbol. Con sus apenas 22 años ya viajó dos veces a Europa, ya jugó una final de Copa Libertadores (con Nacional) y hoy, su condición de goleador del torneo Apertura lo pone en la vidriera nacional e internacional.

“En muy poco tiempo me pasaron muchas cosas. Estoy muy contento por todo, pero sé que todavía me falta mucho. Así que seguiré trabajando para ir escalando en el fútbol”, nos dice al iniciar la charla.

– Ahora tres clubes compiten por tenerte en su equipo. ¿No te jode un poco la ansiedad de saber ya qué camiseta te vas a poner?

– Yo tomo todo con calma, las negociaciones dejo todo en manos de mi representante. Ahora que tengo estos días libres, trato de disfrutar de mi familia

– ¿Sos muy familiero?

– Soy muy apegado a la familia. No salgo tanto ni de vacaciones. Me siento mejor disfrutando de la compañía de ellos. Cuando estamos en competencia, en torneo, les dejo un poco, por sobre, por las concentraciones.

– ¿Cuántos son en tu familia?

– Somos cinco, tres hermanos, papá y mamá. Es una familia muy buena, muy sana.

– ¿Seguís viviendo en Limpio?

– Sí, somos de Limpio. Toda la familia vivimos en la casa familiar.

– ¿Es cierto que tus primeros sueldos fueron todos para tu familia?

– La verdad que sí. Eso es en realidad lo que hacemos la mayoría de los jugadores. Me tocó vivir eso con los primeros sueldos, lo que cobraba les daba todo a mi mamá y mi papá. Me criaron de la mejor manera. Y gracias al apoyo de ellos también soy lo que soy. Ahora soy el papá guasu de la casa. Soy el hijo mayor, el hermano mayor y me siento muy bien mimando a todos, a papá, mamá y mis hermanos.

– ¿Cuántos años tienen tus hermanos?

– Tengo un hermano de 20 y una hermanita de 13, muy buenas personas. Son mi día a día, los que me dan fuerzas ara seguir adelante.

– ¿Sos de ir a pescar, por ejemplo?

– Una vez lo que me fui. Después vi que la pesca es como algo peligroso, no me gusta por eso. No voy para que mi hermano no se quiera ir, no quiero que por ahí en mi ausencia le pase algo.

– ¿Te ocupás y te preocupás hasta de la seguridad de ellos?

– Siempre me preocupo por la seguridad de toda mi familia.

– ¿Tu hermano no juega al fútbol?

– Mi hermano jugaba, pero no es que le guste tanto. Le digo que estudie, porque es lo que más adelante le va a servir a él y no a mí. Tiene que ser alguien importante. Yo hasta donde pueda le voy a ayudar, después él ya tiene que seguir su camino con una profesión.

– ¿Qué le hacés estudiar?

– Estudia Administración de Empresas.

El salto a Europa

– Siendo muy joven te tocó cumplir el sueño de todo jugador, de ir a Europa, pero no te fue muy bien, ¿creés que este es el momento para que se dé esa revancha?

– Me tocó vivir dos veces eso. Se fue mi mamá conmigo, por eso no me fue muy difícil. Por cosas del fútbol no me tocó seguir. Ojalá pueda ir de nuevo al fútbol de Europa.

– ¿Ahora te quedás seis meses en Paraguay y después ya te vas de nuevo?

– Sí, me quedo a jugar en Paraguay seis meses. Hay muchas propuestas buenas, trataré de aprovechar mejor en esta oportunidad.

– Cada jugador tiene una fantasía seguramente de vestir la camiseta de algún club grande de Europa, ¿cuál es la tuya?

– Me gustaría llegar algún día al Bayern Munich de Alemania. Voy a trabajar duro para eso. Yo sé que algún día puedo llegar a ese club o otro grande de Europa.

– Se te ve como un jugador tranquilo en la cancha, ¿suelen buscar provocarte los rivales?

– Hay veces que el rival te provoca, pero yo soy así, tranquilo, dentro y fuera de la cancha. El rival, por más que esté en otro equipo, es un compañero más.

– ¿Sos de ir a la iglesia?

– Soy católico, me voy a la iglesia. Lo espiritual ayuda mucho también. En Nacional venía un señor a rezar con nosotros. Ahí pasa mucho eso.

– ¿En qué cambió tu vida con la plata y la fama?

– Eso no tiene por qué cambiarte. Siempre, con humildad y sacrificio… Esa es mi forma de ver las cosas.

– ¿En qué colegios entraste?

– Juana de Lara en Asunción y San Francisco Labrador, en Limpio.  Hace 9 años vivo en Limpio con la familia.

– Muchos a tu edad prefieren independizarse…

– Yo prefiero estar más con la familia que independizarme. Tengo mi novia, ella se entiende muy bien con la familia. Así que no veo la necesidad de salir de un lugar donde me siento feliz.

– ¿Cómo se llama tu novia?

– Andrea Medina. Hace 4 años que estamos juntos.

– ¿Tener esa estabilidad con la novia también te ayuda para tener tranquilidad en el fútbol?

– Para mí eso es importante también. Cuando un jugador está solo quiere hacer esto, aquello… Yo con mi novia me siento tranquilo. Ella es sana, yo también. No nos gusta mucho salir a las discotecas, somos tal para cual.

– ¿Cómo te entretenés?

– Jugamos play o le metemos piquiboli con la familia en casa.

– ¿Qué comida te gusta?

– La comida de mi abuela es lo que más gusta, no es que mi mamá no cocine rico. Pero mi abuela nos acostumbró con su comida que es muy especial.

– ¿Qué platos, por ejemplo?

– Suelo comer grillé de pollo con arroz kesu, milanesa, vorivori.

“El equipo, por sobre todo”

– Además de la habilidad física, ¿un delantero necesita de una rapidez mental para definir las jugadas?

– Son muchas cosas… Pero, el equipo es lo más importante, por sobre todo. Yo estoy muy agradecido con los compañeros. Sin ellos yo no podría estar donde estoy.

– Y hablando de la posición donde vos estás hoy, como goleador del campeonato, es contradictorio ver a tu ahora exequipo, Nacional, en el fondo de la tabla. ¿A qué se debe eso?

– Me duele un poco lo de Nacional. No sé, creo que se quedó todavía lo la final de la Libertadores y no se puede superar eso. Nacional no merece estar donde está y tiene que salir de ese lugar.

¿Hincha de qué club?

– En los últimos días se habló mucho de Libertad, Cerro, Olimpia… Y justo apareció esa foto tuya con una camiseta de Olimpia, pero en un partido, donde te intercambiaste camisetas, también te pusiste la de Cerro…

– ¿Tenés un club, de chico eras fanático de uno de los dos?

– El jugador creo que no es hincha, es un profesional que le tiene que dar todo de sí al club para el que juega. El fanatismo queda para los familiares. El jugador tiene que ser profesional. Yo me pongo la camiseta del equipo donde estoy y juego por mi prestigio y por la institución. Capaz otros jugadores piensen de otra manera.

– ¿Qué opinás de Irrazábal, que sí se declara hincha?

– Cada uno tiene su forma de ser, su forma de ver las cosas. Él es fanático de Cerro, se muestra como hincha en las redes sociales. Y hay jugadores a los que seguramente les gusta ser mediáticos, porque ese tipo de cosas genera reacciones. No me parece que eso sea lo correcto, pero respeto.