• Los primeros años de su niñez fueron terribles, le tocó estar en una pieza encerrada, trabajaba día y noche, había veces que pasaba hambre y maltratos hasta que decidió que el mejor camino era denunciarlo.

Hola, qué tal, quiero contarte mi historia. Yo pasé los primeros años muy tristemente, fui criada en una casa donde me humillaban de la peor manera, pasé cosas muy feas. Mis padres son alcohólicos, nosotros vivíamos por la calle, sintiendo en carne propia lo que es la necesidad, callando el hambre llorando hasta quedarnos dormidos de cansancio.

Un día, una de mis tías hizo la denuncia y se fueron los de la Codeni llegando a la casa de mi abuela, y yo era en ese momento la mayor entre mis hermanos y me hicieron las preguntas y yo les dije la verdad. No aguanté y conté que vivíamos como unos animalitos sin cariño ni atenciones mínimas, no teníamos infancia.

Lo hice por mis hermanos, para que tengan un futuro mejor, pero todo nos fue mal otra vez, al final fuimos a parar con personas muy malas nuevamente. Las vueltas que da la vida.

Todos sufrimos mucho, la verdad, una de mis hermanas murió en manos de un militar y su esposa, hasta ahora sentimos mucho su ausencia.

Yo viví cosas horribles con otra familia a la que me entregaron como criada, me tuvieron como esclava. Yo no podía hablar con nadie, no salía, vivía en una pieza encerrada, trabajaba de día y de noche. No había trabajo que no hacía, me tocó una vida muy difícil, pero yo hace poco decidí hablar, hice la denuncia en la Codeni de Asunción.

Por suerte ahora tengo una vida hermosa, la familia que me tocó son buenísimas personas, la señora me quiere muchísimo y me acompaña en todo.

Hoy día tengo grandes sueños, estoy estudiando, quiero recibirme de psicóloga. Yo antes vivía en Oviedo, pero ahora me trajeron en Concepción con mi nueva familia, gracias a Dios. Tengo 17 años, a punto de cumplir mi mayoría. Solo quería compartir mi historia con sus lectores.

“Todos sufrimos mucho, la verdad, una de mis hermanas murió en manos de un militar y su esposa, hasta ahora sentimos mucho su ausencia”

MAGALÍ, DE CONCEPCIÓN, 17 AÑOS

RESPUESTA: Gracias por compartir tu historia en esta página, me parece muy importante que sirva de ejemplo a aquellas personas que están pasando por alguna dificultad o sufren, es un incentivo que alienta a no perder la fe ni los sueños que cada uno tenga en su corazón. Siempre para adelante las metas que son el motor empuja a luchar por lo que queremos y a visualizarnos en el lugar que deseamos estar. En psicología llamamos resiliencia a esa capacidad de afrontar la adversidad saliendo fortalecidos con una mayor capacidad para afrontar retos. Es estar convencidos de que los obstáculos están para ser superados sin pensar en la derrota.

Es tiempo de cerrar heridas y dejar atrás el pasado, concentrándote en el futuro. Aprovechá tu juventud para estudiar, con esfuerzo y determinación, el triunfo está casi garantizado, siempre firme en el camino de la felicidad que motiva a ir por más.