Una pasajera que viajaba en un colectivo reaccionó con furia cuando descubrió que un tipo se apoderó de su celular que tenía en un bolso. Sin dudar defendió lo suyo de una manera inusual en las mujeres.

Comenzó a enzoquetar varios golpes como puños y patadas al supuesto ladrón, ante la mirada de todos, y logró recuperar su celular. Todo pasó a bordo de un micro de la línea 23 de esos nuevitos con aire y todo, sobre la Transchaco, pasando el Botánico.

La mujer que puso un estate quieto de aquellos al presunto mondaha fue Ruth Vallejos, quien volvía de su clase de ballet nacional.

“Estaba parada y recostada por la barra de asiento donde estaba sentado este tipo. Mi celular había dejado en el bolsillo de mi bolso. De pronto veo que este hombre agarra mi celular y lo coloca en el bolsillo del abrigo que tenía puesto. No pensé en nada y en seco le di un puñetazo en la cara y luego más golpes. Fue un instinto que tuve y lo hice sin medir las consecuencias. Le rompí toda la cara”, comentó Ruth.

“El hombre se quedó mudo, como que tenía vergüenza, le eché al piso y le di patadas también. Los pasajeros se pusieron ahí a mi lado también para defenderme”, agregó.

Se fugó en un descuido

Ya cuando Ruth pensaba en ir hasta la comisaría con el tipo garroteado para realizar la denuncia, pasó algo inesperado. En un descuido, el supuesto ladrón logró bajar del micro y rajó. Eso sí, los que le vieron dijeron que se fue con la cara destrozada.