Existen miles de personas que día a día le ponen el pecho a la adversidad y deciden ser felices, a pesar de todo.

Este es el caso de Alberto Delgado, quien nació con problemas en sus piernas. Eso no le impidió demostrar a todos que para alcanzar lo que uno quiere no existen barreras.

No hace mucho, tras estudiar Derecho se recibió de abogado y hace un tiempito entró a trabajar en el Palacio de Justicia, en Asunción.

Viaja en micro dos horas desde Areguá hasta el Palacio, todos los días. Con su fiel carrito se desplaza y demuestra a muchos que “todo se puede lograr, si uno se propone”.

“En mi vocabulario no existe la frase no puedo. El ‘yo no puedo hacer’ es mentira, siempre se puede. Te digo más, yo soy el pobre más rico” dijo. “Cumplí mi sueño de poder trabajar en el Palacio”, agregó.