Tatiana Moreno – tatianamoreno@wordpress-148630-2394876.cloudwaysapps.com

Carolina Méndez (36) y Ronald Fernández (36) formaron pareja más de 16 años atrás. A medida que fue pasando el tiempo, la idea de ser papás fue entrando en el corazón de cada uno de ellos. Pero la naturaleza, como queriéndoles hacer una broma irónica, de entrada les dijo “no”, sin siquiera sospechar lo que se venía después…

“Tenía un quiste en el ovario. Y me lo tuve que sacar. A consecuencia de eso, me dijeron que no iba a poder tener hijos de forma normal, que solo con un tratamiento podría” comienza recordando Carolina.

Movida por ese amor de madre que sentía aún en la adversidad, empezó el tratamiento. “En la primera semana tenía que trabajar con hormonas. Pero ya ahí me quedé embarazada” recuerda con una amplia sonrisa cargada de vida.

Con el paso de las semanas, empezaron los estudios. “Cuando me hice la ecografía, la doctora me hizo contar las bolsitas que había. Yo conté dos, y ella me dijo ‘no acá hay tres’. Después, me volvió a hacer y me dijo, ‘ah, no, hay cuatro’ y ahí yo no sabía si llorar reírme o desesperarme”.

Hoy, ya nacidos, cuenta Carolina que “están muy sanos, y es una bendición. Eso sí, te puedo definir que criar cuatrillizos es una locura, pero hermosa”.

Lo más difícil es el día a día, por los gastos que representan. Es por eso que Carolina, quien debió dejar de trabajar para atender a los peques, espera que el Ministerio de Salud le dé una oportunidad de trabajar, ya que ella es licenciada en instrumentación quirúrgica.

JUNTOS

Los peques duermen, se despiertan, tienen hambre, ensucian el pañal y hasta se enferman ¡todos al mismo tiempo! “Ahora que caminan, es una locura” dijo Carol.