RODRIGO VALDEZ, rodrigovaldez@crónica.com.py

Eran las 4:30 de la mañana cuando la joven María Magdalena Barrios salió de su humilde vivienda ubicada en las cercanías del Cerro Lambaré, para dirigirse a una escuela donde trabaja.

Bordeó el Cerro y pasó por el costado de algunos matorrales cuando fue testigo de un extraño suceso que se le repitió una y otra vez en los siguientes días.

“Se me apareció un ser raro que descendía arrastrado por una escalera del Cerro, no sé qué era, ahí mismo me puse a llorar porque no era un ser de esta tierra. Salí corriendo”, comenzó contando a la mujer.

“No sé si fue algún espíritu o el Pombéro”, agregó. La misma historia nos contó el guardia de seguridad del lugar, Ramón Ojeda.

“De que hay movimientos extraños en este sitio, hay. Acá se sienten muchas cosas. Este del ser que se arrastra muchos ya lo vieron”, dijo el karai.

Nadie sabe cómo ni porqué ocurre esto, ni mucho menos qué sería ese extraño ser que tiene asustados a los pobladores, sobre todo a los que se instalaron ahí tras la crecida del río.

Muchos vecinos ya se animaron a ingresar a la zona boscosa del cerro y hacer un rastrillaje, pero siempre sin resultado.“Yo rezó muchísimo al salir rumbo al trabajo. Salgo temprano y a esa hora no está nadie en el camino. Esto me asustó muchísimo”, agregó María.

Muchísima inseguridad

Ni bien el sol se esconde, muchos lugareños ya ni se animan a salir a la calle por miedo a ser heridos o incluso asesinados.

“El lugar se volvió muy peligroso. Muchas cosas suceden acá, sobre todo por las noches”, comentó Claudio Quintana, poblador de la zona.

Por su parte el “seguridá” del lugar, Ramón Ojeda omombe’u que casi siempre encuentra cosas raras como objetos que se utilizaron en rituales como payé y macumba.

“En mis recorridas siempre encuentro alguna macumba o trabajo que se hizo. No sé porqué eligen este lugar para realizar sus trabajos”, dijo.