GUSTAVO GALEANO. Corresponsal.

Ciudad del Este. Un novio muy enamorado no encontró un mejor escenario para pedirle al amor de su vida que se convirtiera en su compañera hasta que la muerte los separe, en pleno laburo de su media naranja. Para ello, planeó un romántico pedido de casorio, sorprendiendo a su futura esposa.

Estando de guardia en una de las salas del hospital “Los Ángeles” de Ciudad del Este, donde se desempeña como ginecoobstetra, la doctora Jaqueline Villanueva fue llamada de urgencia para vichear a un paciente.

Preocupada por la manera en que la citaron a una de las habitaciones donde, según le dijeron, algo se complicó, la profesional de blanco llegó atropellando hasta el lugar, sin imaginar lo que había detrás de la puerta.

Preocupada por la cantidad de gente, pensó que en verdad algo estaba mal, pero grande fue su sorpresa cuando en vez de una mala situación, halló a su novio Rigoberto Galeano con un anillo de compromiso en manos. No contuvo la emoción y sorprendida derramó algunas lágrimas de felicidad.

CÓMPLICES

Todo estaba planeado, incluso sus pacientes hicieron de “compinches” con el enamorado muchacho. Se encargaron de preparar un cartel que decía “Quiero una vida juntos”.

“Quiero que toda esta gente que está acá sea testigo de cuánto te quiero, cuánto te amo y cuánto te respeto. Frente a todos ellos, quiero saber si querés casarte conmigo”, expresó Galeano ante la atenta mirada de los curiosos y ni qué decir de su media naranja, quien luego de recibir la propuesta calló por varios segundos y con unas lágrimas de por medio respondió “sí, mi amor”.

El aplauso de la muchachada no se hizo esperar, incluso algunos se echaron a llorar ante tan emocionante momento. Ya culminada la primera parte de la tierna escena, el novio se arrodilló ante su amada doctora y le colocó el anillo de compromiso.

“De ser por mí, nos casamos esta misma tarde”, le bajó sonriente la feliz novia que de ahora en adelante deberá planificar todo para el tiempo de la boda.