• MAMÁ. La última familiar con quien habló el vicesargento primero Genaro Arias Palacios

El dolor era ese llanto infinito, ese abrazo del alma, esa mirada en silencio en medio de la tibia llovizna que caía. No se alejaba ni un minuto del cajón donde descansaba su hijo. Fue con la última con quien habló de entre sus familiares. “Él me pidió oración y la bendición antes de salir a hacer el patrullaje con sus camaradas. Bendije a mi hijo y un

rato después fue al cielo”, decía con la voz entrecortada y en medio de lágrimas doña Leonarda Palacios (68), madre del vicesargento primero Genaro de Jesús Arias Palacios (26), uno de los 8 militares abatidos por el EPP en la mañana del sábado en Arroyito, Concepción.

El deber de cumplir tras un llamado de sus superiores y también a las ganas de poder ganar un poco más de dinero para ayudar a sus padres, a su pareja y a su pequeñita de 2 añitos, hicieron que el joven se traslade hasta Concepción para la lucha contra el EPP.

“Hace tres meses se fue a Concepción. Siempre me llamaba para contarme cómo estaba y siempre me pedía oración”, contaba su mamá. Genaro era el menor de 10 hermanos.

“Se me fue mi bebé”, agregó la doña mientras recibía el abrazo consolador de su esposo, don César Agustín Arias (67), padre de Genaro. No había consuelo para tantas escenas desgarradoras.

“Él lo único que quería era ser militar y pelear por su país. Se fue haciendo lo que quería”, agregó por su parte don César Agustín Arias (67), padre de Genaro. El militar fue velado vestido con su uniforme parapara’i, el mismo de campaña con el que cumplía diariamente sus obligaciones como militar.

“Su papá murió como héroe”

“Él me llamaba y me decía que no veía la hora de volver y darle un beso y un abrazo a su hijita” nos contó Liz Díaz, con quien Genaro tuvo una hija. “Él me contaba de cómo vivían allá, en un oportunidad me dijo que los del EPP estaban cerca cuando ellos realizaban su recorrido”, dijo.

La mujer he’i que Genaro era el sostén de la casa. “Nos quedamos prácticamente desamparadas, él era el sostén económico. No sé qué va a ser de nosotras. Será difícil criar sola a mi hija. Lo único que sé es que cuando nuestra hija crezca se va a enterar que su papá murió como héroe”, dijo.

Despedida al son de Patria Querida

El pueblo era reflejo de la conmoción que se vivió en el país. Escenas desgarradoras de dolor y pedidos de justicia se vivían en diferentes rincones donde velaban los restos de los 8 militares abatidos por el EPP.

Al son de Patria Querida despidieron en Concepción al subteniente de Caballería Félix Fernández, el sargento segundo Sergio López y al vicesargento primero de Infantería Pablo Rojas.

Los restos del sargento primero Robert Cañete son velados en su casa en Santa Rosa, Misiones. Su sepelio será hoy. En Paraguarí son velados Hugo Candia y Lucio De Jesús Torrasca. Por su parte, en Mariscal Estigarribia, Chaco, es velado Eder Arias.

Militares fueron ejecutados

La autopsia realizada a los militares confirmaron que los mismos fueron ejecutados. Presentan disparos en la cabeza y heridas con arma blanca.

Según datos recibidos, ninguno murió con la bomba que explotó frente a la patrulla militar que realizaba el recorrido en la mañana del sábado en Núcleo 6, Arroyito, Concepción. Los asesinos usaron balas calibre 7,62, 5,56 y 9 mm. Los investigadores calculan que los criminales fueron ocho o nueve, por las pisadas que encontraron en el sitio.