Yaguarón. Mediodía. El calor se hacía sentir cada vez más. Un motociclista paró frente a un oratorio -ubicado al costado de la Ruta 1, a la altura del kilómetro 55, y bebió del agua de uno de los cántaros que hay en el lugar. Parecería que fue solo para saciar su sed. Pero no.

“Esta ‘angelita’ me salvó de un accidente. A ella le debo todo. Cada vez que paso por aquí le dejo una ofrenda y bebo de su agua milagrosa. Le tengo mucha fe” comentó Conrado Sosa, mientras derramaba por su moto un poco del “agua bendita”.

Como Conrado, son cientos de personas los que todos los días visitan a “María Eugenia del Socorro”. Con ese nombre fue bautizado un feto femenino encontrado en ese mismo lugar por un niño el 22 de abril del 2004 y en poco tiempo reunió a cientos de devotos que le atribuyen poderes sobrenaturales hasta hoy en día. Todos acuden con mucha fe en busca de milagros o para agradecer a la “angelita”.

“A mi hija le puse María, igual que a ella. Frente a su nicho, mi hija dejó de respirar. Le pedí que me la devolviera y me concedió ese milagro”, dijo por su parte Ayelen Espínola.

Las plaquetas, mensajes en cartulinas y papeles que cubren toda la pared del oratorio, juguetes y ropitas dejados por todo el lugar, dan fe del cariño y agradecimiento de los fieles de “María Eugenia”. Mensajes como “gracias por el favor recibido”, “No olvidaré tu ayuda”, retribuyen sus milagros.

“A mí me dijeron que no podía tener hijos. Le encomendé a ella el milagro y obró en mi vida. Ahora tengo tres hijos”, comentó muy emocionada Claudia Cubas.

Ofrendas de todo tipo

Doña María Latorre viuda de García es una de las que integran la Comisión Vecinal que cuida del oratorio “milagroso” de “María Eugenia del Socorro”. La doña contó que todas las personas que se acercan al lugar dejan una ofrenda. “Gracias a eso (las ofrendas) logramos comprar un lote. Le hicimos una pieza donde se guardan todas las cosas que las personas les dejan. Realizamos actividades en la fecha de su cumpleaños, día del niño y el día de los Reyes Magos”, comentó. “En mi vida también obró y mantiene bien a toda mi familia”, agregó.

Por su parte, don Isabelino Villalba comentó del cuerpito de María Eugenia frente a su propiedad, a metros del oratorio.