• LA SEGUNDA VEZ que un joven llega de visita a la casa de una chica, comenzó con un beso en la frente, bajó hasta el cuello y lentamente llegó hasta sus labios, los mordisqueó suavemente y fue como un efecto “narcótico” entre los dos.

No somos nada, novios ni amigos, empezamos a conocernos, pero la pasión está a flor de piel, solo que no me siento preparada para la rapidez con que me hizo la propuesta.

Quiero tener sexo contigo -me dijo- así en seco y mis rodillas comenzaron a temblar, por primera vez sentí que mi corazón latía a mil por hora. Comenzó con un beso en la frente, bajó hasta el cuello y lentamente llegó hasta mis labios, los mordisqueó suavemente, sentí un efecto “narcótico”, a penas pude corresponderle. De pronto parecía que faltaba aire en la pieza, estaba todo cerrado y detrás de la mampara se escuchaban unos pasos.

No se puede -le contesté- mi mamá estaba por entrar en la sala de un momento a otro, demasiado bien la conozco. Era la segunda vez que llegaba de visita, ni siquiera somos novios oficialmente solo se que para mi es terriblemente atractivo, nunca me pasó esto con nadie, por eso te escribo para que me digas qué puedo hacer.

Me gusta este muchacho que a toda costa quiere llevarme a un “parque” de diversiones para adultos, pero yo no me siento preparada, y ni corta ni perezosa así con su mismo tono directo le hice saber. Salió de su boca un ¿no te depilaste o qué? -dijo-, sin ruborizarse, saqué fuerzas del fondo de mi corazón y le respondí que las mujeres necesitamos preparación mental para dar ese paso, y se enojó.

Desde esa noche no volvió a llamarme, no se si tomó mal o qué hice que le molestó tanto. No será la primera vez que tendré relaciones, él sabe que la virginidad hace mucho que la perdí, mi temor es que me enamore y me deje, lo peor es que mi instinto me dice que él solo quiere sacarse “las ganas” conmigo sin pensar en mis sentimientos, el problema es que lo extraño licenciada, creo que es demasiado tarde porque ya me enamoré, ¿qué hago?

Yo quiero vivir un sueño romántico, apasionado y loco, pero creo que eso solo existen en las novelas de amor, los paraguayos no saben de esas cosas, son demasiado primarios, o no sé qué pensar, solo quieren imponer sus ideas, no saben negociar ni convencer.

Este muchacho me fue claro: nada de promesas de amor o compromiso, solo pasarla bien y hacerme “sentir mujer”, pero yo me siento mujer, no necesito que nadie me lo confirme solo quiero amar y que me amen más allá de lo físico, aunque este “papacito corazón” está como quiere… creo que me estoy complicando, verdad, jeje, gracias por su atención.

LUCI, DE ASUNCIÓN, 24 AÑOS

RESPUESTA

Muchos se dejan guiar por las emociones sin pensar que todo acto tiene sus consecuencias. A veces nos apuramos en etiquetar sin tener en cuenta que es lindo empezar despacio una relación, darse tiempo de disfrutar de pequeños detalles que le dan ese “picantito” a ese juego de la seducción. De conquistar y te conquisten.

El tema es que esta persona es bien clara y de esa manera tendrías que tomar las cosas, no quiere compromisos o no sabe cómo expresarse, para comprometerse requiere conocerse primero, desarrollar la confianza. Es verdad que las mujeres se preparan mentalmente para el sexo, por lo general una piensa: ¿Esta persona entrará y saldrá de mi vida con tanta facilidad?. Todo es relativo en los caminos del amor, hay amores fugaces y otros que duran cien años y comenzaron de la misma forma: con un beso.

La decisión es enteramente tuya, hace un balance de tus valores y considerá que una relación ya no es de por vida como antes, pero si requiere de cierta entrega y compromiso, sea amor o puro deseo. Antes de tener intimidad con la persona que libremente eliges, sin presiones, hay que hablarlo. Puede que te cueste al principio, pero eso te dará una idea de cómo es y qué realmente quiere contigo y lo más importante qué querés vos con esa persona. Y aunque pueda parecer anti romántico hay que hablar de los métodos anticonceptivos y el condón como forma de protección de enfermedades. Es normal sentir esa atracción corporal pero si tu mente duda es probable que aún no estés en condiciones de dar ese paso con tu “papacito corazón”.