CAPIIBARY. El asesinato del profesor Ángel Mendoza Garay a manos de unos sicarios (se habló de tres personas) hizo que toda la ciudad se ponga en estado de alerta y se movilice con el fin de erradicar de una vez por todas a las plagas humanas que no respetan la vida ni los bienes de los prójimos.

La gente rápidamente pidió que se llame a una asamblea buscando dar soluciones. El propio intendente de la ciudad, César David González, fue quien dijo que el 17 de enero era la fecha ideal para una reunión guasu, pero la presión de la gente hizo que la convocatoria que ellos pidieron se adelante para este viernes 23 de diciembre, ya que Ángel era una persona muy querida y conmovió profundamente a todos enterarse que dos balazos acabaron con él.

El objetivo principal de este llamado es reactivar la comisión de seguridad ciudadana, una nucleación que por falta de apoyo quedó en su momento en la nada. Desde que eso aconteció, los hechos delictivos aumentaron, con lo que quedó en claro el importante rol que desempeñaban las mismas.

Es por ello que de antemano hay un compromiso de las diversas autoridades, ya sea municipales, policiales y fiscales, para que esta vez el esfuerzo de los pobladores no quede en la nada.

Elegir a las nuevas autoridades y establecer la manera en la cual se trabajará son algunos de los puntos a definir. El asesinato del profesor caló hondo en el sentir del pueblo, que con una movilización mbarete dejó en claro que ya no quedará de brazos cruzados antes nuevos hechos.

Cayeron supuestos autores

Ayer, en horas de la tarde, mientras que la comitiva iba en caravana a dar el último adiós al profesor Mendoza, la Policía daba la noticia de la aprehensión de los sospechosos del crimen tras un allanamiento. Se trata de los hermanos F. L. H. e Ignacio L. H. (29), así como Arnildo Ramón Giménez. Como evidencia se incautaron del lugar unas escopetas y un par de motos.

“Acá se dio un asalto, nada que ver con tema de droga”

Visiblemente afectado y aún con las secuelas de lo que fueron los disparos que acabaron con la vida de su papá, uno de los hijos del finado, Wilfrido Mendoza (27), se mostró por demás molesto por unas publicaciones que se hicieron de este hecho y en las que se hablaba de nexos con las mafias.

El mismo dijo que “acá se dio un asalto, nada que ver con tema de droga como se dijo en unos medios digitales” he’i en medio del llanto y el dolor por perder de manera tan repentina a su papá.