Ya pasaron casi dos años que el Ministerio de Obras Públicas (MOPC) decidió prohibir el ingreso a la cantera que se ubica entre Ypacaraí y Pirayú, tras los casos de ahogamientos registrados en el lugar. Sin embargo, el sitio sigue dando qué hablar. Pero no solo por esa irresponsabilidad de quienes aún siguen yendo pese a todo, sino que va más allá de lo conocido, de algo sobrenatural.

Vecinos y los “picapiedras” que laburan a sus alrededores aseguran ser testigos de ruidos extraños que se escuchan provenir desde el interior de la cantera. En medio de la noche por demás negra en esa zona donde la iluminación no es para nada abundante, un grito o un alarido quiebran la tranquilidad. Quienes los oyen saben que no hay que ir, que es una señal de que algo malo está por pasar.

“En este lugar murieron al menos 20 personas y sin dudas que aquí hay varias almas en pena de esas personas que fallecieron ahogadas. Por las noches siempre se escuchan gritos y pedidos de auxilios” comentó José Flecha (26), quien vive al costado de la cantera.

Aunque ya fueron varias las veces en que fue testigo de estas manifestaciones, aún no se acostumbra. De hecho, es casi imposible hacerlo. En medio de los sueños ser quebrantado por un lamento que eriza la piel y acelera el corazón, representa una situación única, estremecedora. “A veces no nos deja dormir. Desespera. Sería bueno que vengan a bendecir el sitio”, finalizó.

Entre ruidos raros y falta de conciencia

“Se dice que hay ruidos raros” agregó Luciano Gómez (40), poblador de la zona. El karai he’i que lo que más preocupa es que pese a que esté prohibido el acceso al lugar, hay personas que igual nomás ingresan.

“Falta más seguridad porque hay personas que siempre ingresan. Se debería de controlar más” dijo.

Por su parte, los que laburan picando piedras en los alrededores avei manifestaron ser testigos de lo rarófilo que sucede a cualquier hora del día. “Sí se suele escuchar” dijo Pedro.

Laguna

La cantera fue explotada durante los años 1960 hasta que fue hallada una vena de agua subterránea que inundó la zona y formó una laguna de aproximadamente 15 metros de profundidad, según datos recibidos.