Al sentir por primera vez que las puertas del Buen Pastor se cerraban a sus espaldas, Cynthia Rolón (44) se tapó la cara con sus manos, suspiró fuerte y lloró. Por algo que hizo, fue condenada a varios años de prisión. Afuera quedaban años de alegría al lado de su amor Carlos Santander (46).

El miedo a que el encierro sea un motivo de una ruptura de la relación daba vueltas en su cabeza. Pero las cuatro letras vencieron. Pasaron 13 largos años y las barras separaron sus cuerpos, pero no pudieron con el amor.

Hoy, al igual que muchas de las que están ahí, Cinthia comenta que “nosotras también amamos y vivimos nuestra propia historia de amor. Nos convertimos en uno solo y superamos los obstáculos juntos”.

Cada año, a medida que se acerca el día de los enamorados, el fuego de la pasión se enciende y la pareja ya piensa en un almuerzo y baile romántico en el patio del “Buenpa”. “En esa fecha, como que se disfruta diferente, bailamos, almorzamos, tenemos nuestro tiempo juntos. Pero yo con su presencia me basta y sobra”, tiró.

COQUETA

Vestido al cuerpo, maquillada y peinada como una reina de belleza. Bien arreglada. Así espera Cinthia en los días de visita a su media naranja para que vea lo importante que es en su vida. “Me preparo para enamorarle cada día más”, comentó la mujer. “Es increíble, pero la cárcel hizo que yo me enamore más de ella. Veo sus ganas de querer salir adelante y eso me enamoró más”, dijo por su parte Carlos, quien en todos estos años que Cinthia estuvo encerrada no dejó pasar un solo día de visita para estar a su lado. Comentó que para el día de los enamorados ya tiene una sorpresa gigantesca para ella. “Para mí llegar y verla con esa sonrisa que le caracteriza ya me pone muy feliz”, dijo.

Luchan por sus dos hijos

Cinthia comentó que la cárcel la cambió para bien. “Aquí aprendés muchas cosas, cómo valorar la vida. Aprendí muchos oficios, de hecho con lo que hago acá ayudo a mi familia”, dijo. “Con Carlos tenemos dos hijos, por quienes luchamos día a día, yo aquí encerrada y él afuera. Si Dios permite, este año salgo con alguna medida y podré disfrutar de mis hijos”, dijo. “Aquí adentro conocés a los verdaderos amigos y familiares. Gente que pensabas que estaría contigo en los momentos difíciles ni se asoman”, agregó.

“Los barrotes no matan al amor”

Al igual que Cinthia, son varias las internas que viven sus propias historias de amor. Este es el caso de Isidora Riquelme (53). Ella comenta que la visita de su esposo, don José Burgos (56), y sus hijos le da fuerzas para seguir adelante. Comentó que su ména es el más romántico de todos los que visita la cárcel. “Siempre me sorprende con algo en el día de los enamorados”, dijo. “A la gente que piensa que la relación con un recluso o reclusa es difícil que pedure, les digo que no es así; si no, que me miren. Soy feliz, tengo una relación hermosa, solo me separan los barrotes, pero eso no mata al amor”, tiró.

Comida y bailongo

La Directora del Buen Pastor Ana Dina Coronel comentó que cada año en el día de los enamorados, las reclusas arman de todo para dejar todo chuchi el predio del penal con adornos dirigidos a sus parejas. “Ellas están muy entusiasmadas y ese día se preparan con todo para disfrutar”, dijo. “Están preparando bailes, almuerzos románticos y ese tipos de cosas”, agregó. “Es una buena oportunidad. Algunas hasta terminan casándose aquí”, finalizó.