• INSÓLITO. La entrada de un Centro Cultural de Eusebio Ayala fue construida sobre un cementeriokue y, según afirman, ocurren fenómenos sobrenaturales

La sensación de ser observados por alguien que no está. El llanto y pedidos de auxilio de una voz femenina que se escucha alrededor de un pozo de agua antiguo, pero al voltear solo “responde” un repentino escalofrío y una figura blanca. Mucho misterio y por sobre todo mucho miedo.

Es lo que sucede en un Centro Cultural, ubicado en la ciudad de Eusebio Ayala, departamento de Cordillera, donde, según se comenta, el alma en pena de una mujer tiene a todos con el “Jesús en la boca”, ya que ¡les sale de sorpresa!

“Se escucha (sus lamentos) sobre todo de noche o los días que el tiempo está feo. Mucha gente dijo haber sido testigo de eso”, comentó don Almide “Papu” Alcaraz, director del centro “Chipá Literario”.

“Se oye el llanto y los gritos de auxilio socorro de una voz femenina y según muchos contaron está vestida todo de blanco. Lo único que te puedo decir es que mucha gente no puede estar mucho tiempo sin sentir esa sensación de ser observado por alguien, es decir que están siendo controlados por algún espíritu que les observa, eso es categórico. Muchos lo toman como algo que le causa intranquilidad, pero están también los que sienten paz con eso”, dijo.

A la consulta de cuál sería el motivo del insólito caso, don Almide he’i que “la gente dice que hace mucho tiempo una mujer se habría suicidado arrojándose en ese pozo y que desde esa vez su alma aparece”.

POZO

En el lugar dicen que se habría suicidado una mujer.

Construido sobre un cementeriokue de la ciudad

Las historias de aparecidos o de sucesos más o menos extraños, que parecen no tener una explicación racional, son recurrentes. Y en este lugar no sería la excepción, ya que aparte del pozo “maldito” también hay un dato que hace que en el sitio sientan que “no están solos”. La entrada del Centro Cultural está sobre lo que fue en su momento el cementerio de la zona.

“Muchas personas no pueden estar mucho tiempo en el lugar por las noches por el hecho de sentir esa sensación de que alguien le controla todo el tiempo”, dijo Almide.

“Te cuento una experiencia: estaba yo limpiando una de las habitaciones, de repente alguien nos arrojó un perfume, pero no estaba nadie”, dijo.

«Hasta hoy en día solemos encontrar lápidas, cruces y otros elementos. Eso sí, trabajamos con instituciones correspondientes para salvaguardar al hacer algún tipo de rescates de estas cosas”, agregó.

Muchas visitas de varias partes del país

El Centro está a cargo de don Almide y de su grupo. Comentó que muchas personas de diferentes partes del país acuden al lugar donde uno puede bajarle una buena chipa y de paso una buena lectura. “La gente viene por curiosidad y por sobre todo por lo misterioso del sitio. Aquí les recibimos y pueden disfrutar de una buena lectura y aprender muchas cosas de nuestra tierra”, dijo.