El animador de fiestas “El Principito” tuvo un momento difícil en los últimos tiempos. Falleció su madre, su hija fue a vivir a España y se sintió solo. Pensó hasta en quitarse la vida, hasta que un milagro tocó a su puerta. El afirma que la fama y el dinero es solo una ilusión

“De a poco me estoy recuperando emocionalmente, este 7 de febrero hizo un año que se fue mi mamá, el 2016 fue un año terrible para mí”, comenzó contando el animador, quien hasta pensó en quitarse la vida. “Terminé mi programa, le veía a todo el mundo con su mesa, con su familia, yo llegue a mi casa y no había nadie. Tenía un millón de guaraníes en el bolsillo, entré a mi pieza a llorar, a preguntarme porqué yo no tenía esa plata cuando estaba todavía mi mamá. Me senté en el sofá y lloraba sin consuelo, en la heladera había fiambre y galleta, eso iba a ser mi cena de fin de año. Estaba solo en casa y sin poder compartir con nadie”, contó muy cabizbajo.

– ¿Y qué hiciste?

– Me encerré entre cuatro paredes y me iba a sacar la vida. El diablo me atacó para tentarme, me dijo “mba’ere nderejupíri yvate ha esolucioná la nde problema” (por qué no te subís arriba y solucionas tu problema). Y ahí una vez más mi mamá, ña Perlita me salvó.

– ¿Se te apareció?

– Sí, se me presentó y me habló prácticamente. Yo estaba decidido a acabar con mi sufrimiento. Me iba a subir por el techo con una soga ha topá la opava’erã. Ya no había más nadie por quien llorar, por eso digo que el diablo me atacó. Yo tenía ropa nueva para estrenar ese Año Nuevo, tenía plata en el bolsillo, mi auto en buenas condiciones, pero me faltaba lo más importante en mi vida, ya no estaba ña Perla a mi lado. No tenía con quién compartir, y ella me dijo al oído que yo era fuerte. Digo que eso fue un milagro de Dios, porque yo me iba a vestir como “El Principito” e iba a acabar con la historia de “El Principito”.

– ¿Y después, que pasó?

– Apareció mi hermana, le envió mi mamá digo yo, ella tenía que venir después de las doce a buscarme y me dice “no sé por qué vine antes a buscarte hermano, pero tenía que venir” y en ese entonces solucionó el problema ña Perlita. “Ponete-na las pilas” me dijo mi hermana Gladys, me puse las pilas, justo me llamó una persona que hace poco le conocí, una señora maravillosa, no hace falta conocerle mucho a la persona para saber cómo es, y me invitó para compartir su mesa.

– ¿Y eso te levantó el espíritu seguro?

– Sí porque otra iba a ser mi historia. Es más, al otro día me llama la gente de Radio Ñemby para ofrecerme un trabajo, que hoy en día es un programa de éxito total, “El Levantol de la mañana”.

– ¿Y cómo te va ahora en el trabajo?

– Demasiado bien. No tengo un solo día libre, de lunes a viernes estoy en la Radio Ñemby, los fines de semana tengo un programa en la Radio Fernando de la Mora, con “Conexión Dubai”. Después de terminar el programa de radio me voy a grabar para el Canal de Dubai, me voy al complejo Dubai Beach, a filmar. También tengo hasta 5 actuaciones, los fines de semana.

“CUMPLÍ MI SUEÑO DE ESTAR EN LA TELE”

Hubo una época en que la situación era hendy, y “El Principito” cuenta que se mantenían con tortillitas. No le faltaba trabajo, pero vivían justito. Hasta que recibió el llamado de Marcelo Jara para invitarle a formar parte del programa “Por fin sábado”. “Le tomé en broma, ya que ellos siempre hacían bromas, cámara oculta y eso. Pero me fui a ver de qué se trataba, y después de allí ya me fue todo más fácil. Cumplí mi sueño de estar en la tele, ya recorrí todos los escenarios más importantes del país”, afirmó.

HASTA TRABAJÓ DE OLERO

“Yo trabajé de todo en esta vida, pero no por necesidad, sino porque mi padre era muy estricto. No duraba casi nada en los trabajos, ya que no sabia hacer nada jajaja. Por ejemplo cuando me fui a trabajar con papá en la olería, yo le prestaba más atención a la radio que al trabajo, añemosê en seco”, recordó “El Principito”. Dijo que su papá era el encargado de picar la arcilla y él tenía que cargar en la mezcladora. “Pero cuando eso picaba el tema de la radio, me embelezaba por los programas que estaba escuchando. Y con la pala ancha que yo estaba usando, le corté ¡el pie a papá!. Añemuña de la olería por ese motivo…jajajaja…”.

Pero no fue lo único que hizo, ya que siendo joven compró un puestito en la feria Aragón, en el Mercado 4. “Tenía venta de comestibles. Cuando eso había vida en el mercado, ganaba buena plata. Pero siempre los lunes, yo me iba a mironear por ahí y ya cerraba otra vez el puesto. Qué pio si yo me iba a jugar fútbol o me iba a farrear. Le decía a mamá que los lunes no había luego nada, yo venía al mediodía a dormir ya en casa. Un lunes se fue conmigo mamá al mercado, y se hizo la recaudación ¡más alta de toda la semana!