POR JORGE IZQUIERDO

En su momento fue uno de los grandes ídolos del fútbol paraguayo. Campeón con todas las letras y recordado en el mundo entero como el portero que le paró un penal en un Mundial (1986) a una de las estrellas en aquella época (el mexicano Hugo Sánchez).

Estamos hablando de Roberto “Gato” Fernández, exarquero de Cerro Porteño y muy fanático del club de Barrio Obrero. El “Gato” también fue una de las grandes figuras de la Albirroja y el miércoles vivió una gran alegría cuando vio que su hijo, Roberto Júnior “Gatito” Fernández, se hacía héroe en la Libertadores, cuando paró tres penales a Olimpia en la clasificación de su equipo, el Botafogo.

Consultado acerca de la sensación que vivió cuando su hijo paraba cada uno de los penales y le daba la clasificación a su club, comentó: “Me sentí muy feliz y orgulloso por mi hijo, entró en un momento difícil del partido, además él venía de una lesión.

Yo hablé un día antes con él, estuve en el hotel con él, además vino a casa y estuvo hasta las 10 de la noche por ahí. Me dijo que estaba muy confiado, él quería jugar, pero sabía que no estaba en buenas condiciones”, señaló a Crónica el “Gato” mayor.

Tiene un plus extra, un sabor más que especial eliminar al eterno rival de los cerristas. “Él se sintió muy feliz, porque desde un principio la gente empezó a insultarle, era algo lógico, él sabía eso por su pasado en Cerro, además porque es cerrista y nunca lo negó.

Él se alegró primero por la clasificación que consiguieron y por haber dejado fuera a Olimpia, que tiene un sabor más especial”, expresó don Roberto Fernández.