• DESGARRADOR. “Mi esposa me avisó por celular que mi hija se murió en sus brazos y yo no supe qué hacer en ese momento ni de dónde saqué fuerzas”

NUEVA ITALIA. La peor experiencia que ningún padre está preparado en la vida para superar es la de ver morir a uno de sus hijos, y mucho menos cuando ocurre en sus brazos en busca de asistencia médica.

Este hecho conmocionó a toda una población que pide justicia.

Ada Aquino (33) se encontraba en su domicilio cuando le informaron que su hija mayor de 10 años, Rosalía Belén, se sentía mal en su ensayo de danza.

“Me llamaron y fui rápido hasta el centro de salud y le encontré mal. Mi hija casi no podía respirar ni hablar. Le pregunté qué le dolía y me dijo la cabeza. Le dieron una Novalgina y el dolor aumentaba”, comenzó relatando la mamá.

“Luego me piden que la llevemos a otro hospital porque ellos no podían ayudarnos. A toda costa quería que le llevemos por nuestra cuenta porque la ambulancia no funcionaba. Conseguimos un vehículo y nos dirigimos al hospital de Villeta, pero mi hija ya no reaccionaba. Sus manos se pusieron frías y empezó a salirle como espuma blanca de la boca y la nariz. Yo sentí lo peor. Y ahí mi hija murió en mi regazo, ya en el taxi, antes de llegar al hospital”, dijo en medio de un llanto profundo que le quebraba el corazón a cualquiera.

EL PAPÁ

Humberto Aquino (38), padre de la menor, dijo que estaba trabajando “cuando me llama desesperada mi esposa, yo soy chofer de bus y tenía pasajeros cuando me dan la peor noticia, que mi hija se murió en el regazo de su mamá por no recibir una pronta asistencia médica, porque no le pusieron oxígeno y no le acompañó alguien del hospital. Dejaron morir a mi hija”.

“Mi nieta tenía mucho por vivir”, aseguró el abuelo

Arnulfo Cantero es abuelo de la pequeña fallecida. “Nadie se imagina el dolor por el que estamos pasando. Ella era una niña alegre, la mejor alumna en la escuela, también en la danza, no encontramos consuelo”, exigimos que ese centro de salud sea intervenido y se cambie al director, que nunca más se vuelva a morir una criatura por la falta de médicos y ambulancia. Mi nieta tenía mucho por vivir, el dolor que llevamos adentro es muy grande por lo sucedido, si tan solo la hubieran acompañado hasta el hospital con un balón de oxígeno.

Pueblo entero escrachó al director y piden “ni una muerte más”

Luego que se conociera el fallecimiento de la pequeña Rosalía Belén, casi todos los ciudadanos se movilizaron desde el sábado a la noche y no permitieron que Alberto Ortiz, director del centro de salud, ingrese al sitio. Pidieron un cambio urgente y que se dote de personal de médicos permanentes. “No puede seguir una obstetra y dos licenciadas para semejante estructura y cuando ocurren casos de urgencias graves no pueden solucionar y te derivan a otra parte”, refirió don Arnulfo.