• DE TERROR. Con disparos de armas de fuego, explosiones de bombas y “lluvia” de piedras, los cerristas buscaban a un “olimpero”, pero al parecer se equivocaron de casa

Disparos de armas de fuego, explosiones de bombas en las ventanas, piedras que caían por el techo de una casa ubicada en el barrio Santa Rosa, de Lambaré. Todo hacía suponer que la familia atacada no contaría la historia. El temor salía de la piel de quienes allí habitan.

El miedo y la sensación que podría ser el último día en esta tierra pasaron por la cabeza de cada uno de ellos. Una turba enfurecida de hinchas de Cerro Porteño, que en realidad más parecían criminales que amantes de la Azulgrana, atacaron la vivienda y bastaron solo 10 minutos para causar daños de aquí para allá.

Varios de ellos –luego de destrozar el portón de acceso– ingresaron a la casa y tiraron todo lo que encontraron en su camino. La familia no entendía lo que pasaba, querían creer que seguían durmiendo y se trataba de una pesadilla, pero no. Sabían que en cualquier momento podría sucederles algo terrible.

Fe y milagro

Fue en ese momento que doña Raquel Meza, la dueña de la casa, juntó a sus hijos, a su nuera y a su pequeña nietita de 2 meses, y todos juntos se encerraron en una de las piezas. Pidió a todos que se arrodillen para orar, que eso les salvaría de los ataques.

Y según contaron, fue en ese preciso momento que los inadaptados decidieron abandonar la vivienda. “Mi madre nos pidió para arrodillarnos y orar. Con oración espantamos a estos barras. Ni bien lo hicimos, todos los que ingresaron a la casa se fueron. Dios nos salvó de la barra. Creo fielmente en Dios porque obró en nuestras vidas y nos salvó de algo realmente terrible” dijo Orlando Ávalos (23), hijo de doña Raquel.

“Parecía que estábamos en medio de una guerra, varios de ellos rompieron la puerta e ingresaron a la casa. Destruyeron todo lo que podían. Afuera, otro grupo realizaba disparos, hacían explotar 12×1 y arrojaban piedras por la casa”, explicó. “Mi hermana lo que sufrió un corte en la frente, pero después a nadie no nos pasó nada de milagro”, tiró el joven.

Se confundieron de vivienda, he’i

Orlando comentó que los cerristas que atacaron su casa llegaron a bordo de tres colectivos. He’i que se habrían confundido de vivienda y que estaban en busca de un “olimpero” de la cuadra.

“En horas de la tarde (por el domingo) se desafiaron y los cerristas dijeron que iban a volver luego del clásico. Lo que no sé es por qué ingresaron así a mi casa, a lo mejor se confundieron”, tiró.

“Ahora estamos así con miedo. Pero Dios nos salvó y nos protegerá siempre. La Policía nos dijo que van a patrullar todos los días por aquí, pero ver para creer. La casa quedó destrozada, ahora ¿quién nos repone todos los daños?”, se lamentó.

Zona de “chespiceros”

Los vecinos del barrio Santa Rosa, de lamber city, están cansados de los bolonquis que se arman en la zona. Dicen que por ahí abundan “chespiceros” ndaje que causan zozobra y que la Poli no hace nada.

Saben quiénes son

La Policía ya manejaría los nombres de los cabecillas de los barras que ingresaron y causaron sarambi en la casa. Manejan la información que estaban en busca de un hincha de Olimpia al que querían golpear.

Otras dos viviendas

Además de la casa de la familia de Orlando, otras dos viviendas fueron afectadas por las piedras que “llovieron” en la zona. Comentaron que por esa zona siempre pasan los barras antes de ir a la cancha y causan sarambi.